Viajar es una opción para los jóvenes del Sur de Oregón
Muchos hijos e hijas de inmigrantes, como yo, que crecieron en el sur de Oregón no pensaron en viajar por el mundo cuando eran adolescentes. Esta idea nunca entró en nuestra conciencia colectiva, porque muchos de nosotros crecimos en la pobreza, que centró la atención en la supervivencia y trabajar para ganarse la vida. Como muchos de nosotros tomamos ventaja de las opciones educativas que estaban disponibles para nosotros en la escuela, tal vez incluso estudiar en el extranjero solo era una opción en nuestras mentes si se contaba con una beca. La idea de viajar por diversión comenzó con nuestro primer viaje como niños con nuestros padres mexicanos a sus pueblos en México. Después de la universidad elegí la opción de vivir en la ciudad natal de mi padre, Aguascalientes, trabajar y viajar localmente. Sin embargo, la semilla de la aventura quedó plantada en mi cabeza, muchos de nosotros a medida que fuimos creciendo nos encontramos viajando más y más. Tal vez incluso más allá de las tierras de nuestros antepasados a otros países de todo el mundo como me encontré el año pasado en China.
La idea de unas vacaciones placenteras es realmente una idea de clase media o alta, que aún hoy en día muchos obreros latinos luchan con tener esta oportunidad. Pensé en esta idea recientemente mientras caminaba por las calles de la ciudad que en la actualidad llamo mi hogar, Torreón México. Muchos de nosotros podríamos ahorrar por un año sólo para visitar el pueblo de nuestros padres aquí en México, otros como yo podrían encontrar un trabajo como profesor de Inglés en el extranjero para poder realizar nuestros viajes. Sin embargo los que contamos con los recursos para viajar nos damos cuenta de que es un lujo que muchos en el mundo no tienen. Es el privilegio de aprender más acerca de otras personas en otros países. Para traer historias de sus costumbres y tradiciones de vuelta a casa a Oregón para compartir con nuestra comunidad, pero lo más importante es plantar la idea en la cabeza de los jóvenes latinos que viajar por el mundo es una opción.
El año pasado, cuando trabajé y viajé en el sur de China, las tradiciones, rituales y lenguaje me sorprendieron. El ritmo de desarrollo económico que está pasando allí abrumó mi mente. Había muchos aspectos positivos y negativos como en muchos otros lugares, pero sólo ser capaz de tener la oportunidad de viajar a Asia, hablar con los lugareños, y experimentar diferentes culturas orientales expandió aún más mi criterio y me hicieron más sabio. Ahora que estoy de vuelta en México, trabajando con estudiantes mexicanos de nuevo y compartiendo esas experiencias de viajar en la tierra del dragón, me doy cuenta de lo afortunado que soy de haber crecido en el sur de Oregón porque los maestros, amigos y latinos siempre me animaron para ver y conocer el mundo. Así que a los jóvenes latinos del sur de Oregón, les puedo decir que, ustedes pueden viajar y conocer otros países en el mundo y que nunca se arrepentirán de su decisión de viajar fuera de nuestro valle verde que seguramente a todos nos encanta.